¿Qué cámara me compro?
28 julio 2008 | Publicado por Juan Luis Polo
La más barata posible. Si eres un aficionado o un posible proyecto de aficionado a la fotografía y buscas adquirir una cámara reflex, hazte un favor y compra la más barata posible. ¿Por qué?, además de estar haciendo un favor a tu bolsillo, estarás a salvo de un mercado convulso, el de las reflex digitales, que en el plazo de apenas seis años está dejando unos cuantos cadáveres en su camino.
Desde que se lanzaron las primeras reflex digitales allá por el año 1999 hasta este momento, dos han sido los principales caballos de batalla de los fabricantes: el tamaño del sensor y los formatos de grabación de los ficheros. Respecto del tamaño del sensor ha sido una batalla continuada para llegar hasta donde estamos: el sensor de tamaño completo. Y por el camino todas las marcas han tratado de vendernos de una u otra manera las bondades de un sensor limitado, normalmente con factor de multiplicación 1,5 ó 1,6 de tal modo y manera que las focales de los objetivos que hemos utilizado toda la vida, sobre todo los que hemos hecho mucha fotografía en formato de película, se convertían en focales imposibles, perdiendo potencia los angulares y ganándola los teleobjetivos. Pero no había más remedio que comprar esas cámaras, porque en el mejor de los casos, para adquirir una con el sensor completo había que desembolsar casi 3.000 euros.
Canon fue, junto con Contax, de las primeras marcas en ofrecer un formato «full frame» o capaz de replicar el tamaño de las películas de 35 mm. Ahora se ha sumado Nikon y en breve lo hará Sony. ¿Y que pasará con los formatos con multiplicación? Pues nadie lo sabe a ciencia cierta: los sensores más pequeños siguen siendo baratos de producir y por ende, seguirán en el mercado orientados a los aficionados. Sin embargo en el terreno profesional, las marcas que quieran competir no tendrán más remedio que ofrecer formato completo.
Así las cosas, si optamos por un formato con multiplicación, tendremos que adquirir objetivos adaptados a esos formatos (un zoom 17-25 que se comporta como un 28-90, por ejemplo), que el día de mañana si optamos a un formato completo no nos valdrá. Y sin embargo adquirir una cámara de sensor de 35mm hará que tengamos que desembolsar una bonita suma de dinero, que nos dejará tiritando una buena temporada. Para que luego fabricantes como Nikon se permitan el lujo de defender a capa y espada el formato «four thirds» (cuatro tercios), mientras lo que de verdad quieren es desarrollar 35mm… y los usuarios comprando lo que el marketing de los fabricantes ofrece como la solución de futuro.
Así que si no os dedicáis a la fotografía profesionalmente o no tenéis necesidad de lucir palmito, cuando tengáis que comprar una cámara haceros un favor: elegir la más económica posible; son tiempos convulsos y las marcas están rehaciendo sus formatos. No vaya a ser que el placer de hacer fotos lo estropeen los fabricantes y sus formatos.
Y, haceros otro favor, no dejéis de leer el estupendo post (artículo en realidad) que Valentín Sama ha escrito al respecto en su blog. Del que os extracto un pequeño párrafo:
Personalmente auguro una “fullframemanía” (FFMNIA): en general, muchos sueños frustrados para aquellos que no puedan llegar a adquirir una de esas cámaras con al menos uno de los costosos objetivos capaces de darles servicio dignamente. Mientras no aparezca otra cosa, las D3 y las D700 serán “las reinas de la noche”, gracias a su excelente rendimiento a altos ISO.
Vía Valentín Sama