El lago en la cueva. Cueva de los Chorros, Albacete. Octubre 09 – Nikon D90, 14-24 2,8G ED, ISO 6400, f2,8, 1/4
Nunca había hecho espeleología, más allá de asomarme a una cueva y darme media vuelta. Así que todo tiene una primera vez y en mi caso fue durante un viaje a la Serranía del Segura, recorriendo varios pueblos: Ayna, Molinicos, Liétor y Riópar. Fue precisamente cerca de este último de donde partimos para recorrer la Cueva de Los Chorros, el nacimiento del Río Mundo.
Llegar hasta la entrada de la cueva requiere 45 minutos de subida bastante considerable: arranca al pie del valle, junto al río y a partir de ahí hay que subir con decisión. Y acompañado de un guía, por cierto: es requisito indispensable. En nuestro caso fue Miguel Olcades, conocedor experto de la cueva y sus recovecos.
¿Cómo es la experiencia de hacer fotos en una oscuridad casi total?
Navegando por el lago. Cueva de los Chorros, Albacete. Octubre 09 – Nikon D90, 14-24 2,8G ED, ISO 6400, f2,8, 1/4s
Para acceder a la cueva es imprescindible usar un traje de neopreno, casco, iluminación autónoma, buen calzado y si llevamos equipo de fotos o vídeo, botes estancos, que nos permiten mantenerlo aislado del agua: comienza un continuo «meter y sacar» la cámara del bote, para tomar fotos cuando llega el momento. Estamos mojados casi todo el tiempo y éste es un tema a valorar: cuando llegamos a una localización, hay que buscar un lugar para apoyar el bote, poder desenroscarlo, montar la cámara con el objetivo (yo llevaba la nikon D90 y el 14-24G y no cabían montados por la boca del bote que usé), disparar y volver a guardar todo el conjunto.
Para iluminar podemos optar por usar flash o no. Si no usamos flash, tenemos que aprovechar la iluminación que nos dan las linternas de leds que llevamos en el casco. Los resultados son imprevisibles: desde desastrosos hasta medianamente decentes. Si usamos el flash sabemos que la foto se consigue, pero mucho más plana. En todo caso debemos usar el mayor ISO que la cámara nos dé, junto con una apertura grande. Y eso nos lleva al siguiente problema: el enfoque.
En casi total oscuridad, salvo que la cámara tenga una luz de ayuda, que sólo será práctica en ocasiones, no tendremos más remedio que preenfocar, basados en la experiencia. Y disparar muchas fotos puesto que también puede que estemos con una velocidad baja.
Una experiencia única más allá de la fotografía: después de tres horas en la cueva, estás cansado y fascinado a partes iguales. Muy recomendable.
El momento del rapel. Cueva de los Chorros, Albacete. Octubre 09 – Nikon D90, nikkor 14-24 2,8G ED, ISO 3200, f5, 1/10s
Hay 8 comentarios
Pero, ¿en un bote metes la cámara?, ¿cómo es el bote?…
Sí, en un bote: si te fijas en la segunda foto, uno de los compañeros lleva uno. Son botes redondos, pero estancos. Una historia andar metiendo y sacando la cámara todo el rato ;)
En el pie de foto donde pone Guadalajara hay que poner Albacete.
:P
Me alegra que te haya gustado la zona.
Manu: gracias por el apunte. Lo que tiene copiar y pegar el pie de foto y no revisarlo después ;)
Que envidia, yo vivo a unos 100 kilometros de la cueva y entre unas cosas y otras no he podido entrar. La hace algún tiempo subimos y cuando estábamos practicamente arriba un guarda forestal no hizo bajar debido a la gran cantidad de hielo que había en el acceso.
[…] fotos est
[…] partes: como ten
Me fascina lo conocido hasta ahora de la cueva, pero aún me llama más la atención, lo que hay por descubrir, y te haces mil preguntas ¿ de donde procedera el agua? ¿que misterios encierra la cueva?, en fin un montón de preguntas, que están en nel aire. Les agradezco a todos los que habeis informado de lo que habeis visto, y os felicito. Saludos Rafael Jurado.
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