Me gustan muchos de los ebooks que se publican en Craft & Vision. Un lugar que descubrí en 2010 y al que acudo con frecuencia a comprar novedades. Reconozco sin ruborizarme, que soy de los que me gusta pagar por el trabajo que otros realizan.
Este ejemplar, «Close to Home» de Stuart Sipahigil es un libro particularmente inspirador en una manteria sobre la que yo he reflexionado en otras ocasiones en Enfocando: las mejores fotografías pueden estar no muy lejos de tu residencia habitual.
Somos los humanos unos seres con tendencia a creer que la hierba es más verde al otro lado de la valla. Añoramos viajes fantásticos para poder desplegar nuestra capacidad fotográfica como nunca antes habríamos sido capaces. Sin embargo a la vuelta de una oportunidad así la realidad nos suele volver a poner a ras de suelo, lejos de la nube en la que nuestra imaginación nos había elevado: las fotos realizadas pueden ser igual de buenas (o malas) que las que hacemos a diario. Eso sí, con motivos llamativos por lo poco vistos.
La fotografía es básicamente aquello que cada cual quiere que sea, sin necesidad de complicarnos. Pero cuando buscamos «elevar» nuestra capacidad fotográfica, hay consideraciones básicas que tener en cuenta:
– La técnica SÍ es importante. Por más que los fabricantes se arroguen la responsabilidad de crear cámaras fáciles de usar, conocer y dominar la técnica nos dará libertad para conseguir mejores resultados. De lo contrario nuestras fotos serán como las de los demás, ya que es el fabricante el que dicta que se puede conseguir.
– La práctica conduce a la virtud. Como en casi toda actividad humana, practicar, reflexionar sobre lo obtenido y actuar en consecuencia para mejorar nos hará mejores fotógrafos. Por ende, la constancia será otro de los elementos a tener en consideración. Arrancar hoy para abandonar mañana, se convertirá en fuente de frustración.
– Poner fácil la práctica será primordial. Si sólo practicamos cuando salimos de viaje y esto ocurre en contadas ocasiones, las malas noticias son que no tendremos interiorizado no ya el manejo del equipo, si no la visión para conseguir encuadres y detectar oportunidades.
– Nada más fácil para practicar que el lugar en el que vivimos. Es de sentido común que donde más tiempo pasamos sea el lugar ideal para practicar. Nuestro propio hogar, el parque al lado de nuestra casa, los edificios que componen la ciudad, las personas que pueblan nuestro entorno…
Ansel Adams realizó muchas de sus fotografias junto al lugar al que vivía. Tal vez por eso tenía una opinión muy clara: «Sólo tienes que vivir y la vida te dará fotografías»
En Enfocando | ¿Qué te inspira para hacer fotos? 1 y 2