Mil y una columnas. Mezquita catedral, Córdoba. Casio Exilim ZR10 – © Juan Luis Polo
Recuerdo como si fuese ayer con que envidia veía una cámara como ésta, construida para hacer fotos panorámicas sobre carretes de 120mm. Nunca tuve una, demasiado cara y demasiado específica para darles cualquier otro uso. Con la llegada de las cámaras digitales, una Canon s50 me permitió hacer panorámicas, con «relativa» facilidad: un soft en la cámara te indicaba la dirección y dónde habías acabado la anterior toma para poder enlazar con la siguiente. Eso sí después necesitabas utilizar el programa que Canon te facilitaba con la cámara, para crear la foto final y por último el resultado dejaba bastante que desear.
Mezquita catedral, Córdoba. Casio Exilim ZR10 – © Juan Luis Polo
Habitualmente viajo con una reflex y no había vuelto a plantearme el tema panorámico, porque con una reflex es encaje de bolillos conseguir que el proceso sea fácil y sobre todo porque después requieres un software que te permita el ensamblado final. Y es más trabajo.
Y hace un mes por cortesía de Casio España, por cortesía y porque en Territorio creativo hemos empezado a trabajar con ellos, me ha suministrado una Exilim EX-ZR10, una compacta de las que cabe en un bolsillo con la que he descubierto las panorámicas de nuevo. La palabra «fácil» es lo que se me viene a la cabeza si tengo que pensar como se hace en cuestión de segundos una panorámica con esta cámara. Apuntar girar la cámara en la dirección que nos interesa que aparezca y la cámara realiza fotografías de manera consecutiva, hasta que paramos o pulsamos de nuevo el obturador. Y ella se encarga de juntar las fotografías para construir la panorámica con lo que nosotros sólo tendremos que descargarla al ordenador.
El coro de madera. Mezquita catedral, Córdoba. Casio Exilim ZR10 – © Juan Luis Polo
A raíz de un viaje de fin de semana a Córdoba, la única cámara que llevé conmigo fue la exilim y en honor a la verdad ha sido un placer no tener que cargar con la D3S más los correspondientes objetivos. Y lo siguiente fue usarla en modo intensivo para realizar panorámicas. Eso sí, la cámara tiene las limitaciones de toda compacta y la principal es el rendimiento cuando cae la luz y hay que tirar del ISO alto (hasta 3200). Nada que ver con una buena reflex en esa situación. Pero con todo y con eso, me huelo que a partir de ahora irá conmigo a muchos sitios este cacharrín ;)
El puente romano sobre el Guadalquivir, Córdoba. Casio Exilim ZR10 – © Juan Luis Polo